Lemnos es una isla mítica llena de misterios, que se eleva como un elemento activo al nivel de los personajes.
Estamos frente a un entorno hostil, cruel, áspero, que no dialoga, que es indescifrable para el entendimiento y que permanece en un eterno silencio. Los acantilados, la arena, las rocas, el agua, los árboles influyen sobre nuestros protagonistas, los determinan y aprisionan, les generan temor y acrecientan sus dudas y debilidades. Como lugar que sirve de marco de la historia es la expresión visual de la tragedia y de la impotencia humana para doblegar el caos primitivo bajo un orden moral y civilizado, la victoria de la barbarie sobre la razón. Supera las barreras de lo físico para adentrarse en lo sensorial y psicológico. Se trata de una isla, pero de muchas islas a la vez. Es el hombre insignificante en mitad de los parajes agrestes y del mar que no parece tener fin.
El espectador experimentará el embrujo de la naturaleza en sus diferentes manifestaciones en un ejercicio estético que combina forma y discurso.